Las cortadoras de césped controladas a distancia mejoran la eficiencia en el manejo de malezas en terraplenes
La gran cantidad de maleza en el terraplén afecta tanto su aspecto como las labores de patrullaje e inspección para detectar posibles riesgos. En respuesta, la Sección de Gestión del Terraplén del Río Yingcheng ha adoptado un modelo de operación basado en la maquinaria como pilar y el trabajo manual como complemento para combatir la maleza de manera eficiente y precisa.
Ante la triple presión de una larga línea de terraplén, tareas pesadas y un cronograma ajustado, la Sección de Gestión realizó una exhaustiva investigación e introdujo un nuevo tipo de cortacésped a control remoto, que ha acelerado el trabajo de mantenimiento de terraplenes. Este cortacésped a control remoto ofrece las ventajas de un funcionamiento flexible y un corte eficiente. Durante su funcionamiento, el personal puede controlarlo mediante un control remoto desde una zona segura. Su estructura se adapta a terrenos inclinados con un ángulo de hasta 55 grados y puede cubrir un área de operación de 8 mu (aproximadamente 0,53 hectáreas) por hora, lo que supone una eficiencia de 8 a 10 veces superior a la del deshierbe manual.
En terraplenes abiertos y pendientes suaves, el cortacésped a control remoto actúa como una herramienta desbrozadora. Allá donde pasa, corta la maleza con precisión a una altura inferior a 3 centímetros. Esto no solo evita que las raíces dañen la estructura del suelo del terraplén, sino que también elimina obstáculos visuales para las posteriores labores de patrullaje e inspección de riesgos.
En las áreas a las que es difícil llegar con la maquinaria (como las esquinas empinadas de las pendientes de los terraplenes y las proximidades de los bosques de protección de los terraplenes), los trabajadores de mantenimiento utilizan cortadoras de césped portátiles, tijeras de ramas altas y otras herramientas para realizar un corte meticuloso, asegurando "una cobertura total y sin puntos ciegos" al desmalezar los terraplenes.
Durante la operación de siega, el personal se enfrenta al doble reto de las altas temperaturas y la complejidad del terreno. Algunas secciones del terraplén presentan pendientes pronunciadas e incluso cárcavas, lo que dificulta las operaciones mecánicas. Sin embargo, el personal sigue estrictamente las normas de operación para limpiar la maleza, garantizando así la limpieza y la seguridad del terraplén.